Pasada una década, deciden aumentar su negocio y poner un bar de la época, lugar de reunión y tertulia de los vecinos en sus momentos de ocio. La familia “Xacoba” formada por Estrella y José, siempre recordados por su trato afable, cercano y humanitario con sus vecinos y clientes, a lo largo de esos años duros y de cierta escasez, la familia “Xacoba” abría sus puertas a las seis de la mañana, para poder dar servicio y abastecer a las personas que acudían a su trabajo. En la actualidad y no habiendo continuidad por relevo generacional, el bar pasa a ofrecer un amplio y nuevo servicio de tapas y pinchos, pero regentado por una nueva gerencia.